Van varios, los edificios van cayendo uno a uno, primero bajo el rayado incesante, luego la quebrazón, finalmente el incendio. No lo vimos venir. Hablar de patrimonio hoy en la vorágine que nos envuelve, parece fatuo y sinsentido, “que importan los edificios, lo importante son las personas” dirán algunos. Otros pensarán que no es mas que un puñado de ladrillos, ciertos dirán que es un buen soporte para manifestar las…