Durante el día 19 de noviembre se desarrolló el tradicional terreno en la asignatura transversal de Patrimonio Inmaterial por la parte baja de la cuenca del Río Cachapoal, actividad a cargo del académico IHP José Marcelo Bravo. Durante el recorrido se visitaron diversos lugares patrimoniales, que presentan una gran carga de la identidad de la Zona Central de Chile, en relación con sus propias dimensiones materiales, inmateriales y paisajísticas.
La visita en terreno comenzó en la destilería Polo Carreño de la comuna de Doñihue, donde alumnas y alumnos pudieron conocer el oficio de destilador a través del relato del Sr. Juan Carlos Carreño, acerca del cuidado de una pequeña viña tradicional de parrón y la manera de destilar el agua ardiente mediante un vetusto alambique. La delegación disfrutó la degustación de algunos brebajes campesinos de la zona como chicha de uva, chacolí, aguardiente y vino orgánico.
Posteriormente recorrieron la Escuela Agrícola San Vicente de Paul ubicada en la localidad de Quimavida (Coltauco), establecimiento educacional que tiene como finalidad formar técnicos agrícolas con un alto nivel de excelencia profesional y una destacada formación personal. Los estudiantes recorrieron sus tradicionales pabellones, edificios e iglesia, donde pudieron ser testigos de los diversos proyectos educativos y agrícolas que el alumnado de este colegio realiza en sus propios invernaderos.
Luego visitaron la comuna de Pichidegua, donde pudieron apreciar el patrimonio hidráulico campesino de las azudas del poblado de Larmahue y el Fundo San Roberto, correspondientes a unos toscos ingenios de ruedas de madera que dieron solución al problema de riego a las fértiles tierras por medio de la aplicación de complejas técnicas de regadío como manga, riego por goteo y riego californiano. A continuación, el Molino de Santa Amelia, cuya antigua presencia también contribuye a que el sector sea considerado como un sitio de interés cultural, histórico y religioso. Por último, recorrieron otros lugares de interés como los molinos de vientos y la lechería del pueblo de Marchigüe.
Fotos Marcelo Bravo