Las Iglesias de Chiloé, construidas principalmente de madera, son un ejemplo excepcional de arquitectura religiosa en América Latina. Por esta razón, 16 de ellas fueron declaradas como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco el día 2 de diciembre del año 2000. A veintidós años de este hito es importante reconocer la importancia que tuvo en la consecución de este logro la gestión de profesores de la Universidad de Chile y del Instituto de Historia y Patrimonio: los arquitectos Hernán Montecinos Barrientos y Lorenzo Berg Costa quienes guiaron el trabajo de elaboración del expediente de postulación de la declaratoria, realizado en 1999 y donde el Consejo de Monumentos Nacionales actuó como organizador de la información aportada.
Lo anterior fue la culminación del trabajo realizado a partir de un Convenio entre la Facultad de Arquitectura y el Obispado de Ancud del año 1976 para el estudio sistemático y la valorización del patrimonio arquitectónico de la isla con la figura de monseñor Juan Luis Ysern como protagonista de esta iniciativa.
Más información: https://www.monumentos.gob.cl/publicaciones/libros/cmn-ndeg-29-postulacion-iglesias-chiloe-como-sitio-patrimonio-mundial-unesco